sábado, 26 de enero de 2008

Estrategias de carreras

Últimamente tengo la sensación de estar participando en una carrera de obstáculos. Pero una carrera diferente. Una carrera de la que desconozco la distancia: no veo dónde se encuentra la meta. Tampoco veo al resto de corredores. Sólo sé que el juez ha dado el pistoletazo de salida y ahí estamos, corriendo todos tras el mismo objetivo, que sólo uno conseguirá.

Entonces, en una situación como esta, ¿cuál es la mejor estrategia a seguir? Por un lado, puedes plantear una estrategia agresiva. Salir a comerte el mundo. En este caso puede pasar que la meta esté demasiado lejos para mantener el ritmo toda la carrera y lleguen antes que tú a la meta, si es que llegas. Por el contrario puedes asumir una estrategia conservadora: lento, pero seguro, midiendo cada paso que das, no sea que te pases de la raya y entonces sí: zurriagazo seguro. Pero esta también tiene sus inconvenientes: puede ser que vayas demasiado despacio, pensándote cada uno de los pasos que das, y que así tampoco llegues a la meta el primero. Como decía antes sólo uno será el campeón de la carrera. Llegar a la meta, si no eres el primero, no sirve de nada.

Y yo me pregunto: ¿qué manía tengo con ver siempre el vaso medio vacío? ¿Por qué de ambas estrategias sólo veo los puntos negativos? Quería saber cuál era la mejor y con tanto rollo sólo puedo llegar a discernir (si es que acaso lo consigo) cuál sería la menos mala. ¿Queréis decir que no hay aspectos positivos en ninguna de las dos estrategias? ¿Tan complicado está ganar la carrera?

(Imagen: Braulio Llamero - El Peatón)

martes, 15 de enero de 2008

Me siento tan solo, no sé en qué dirección correr

Hola! Tengo ganas de escribir, de gritar, de escapar de este agujero en el que me encuentro... Pero no sé qué decir... Me acabo de encontrar con la letra de una canción de El último de la fila, grupo que además de ser unos de los históricos de la música en español, también siempre han escrito grandes letras. Aquí os dejo esta:
Lo que tengo lo llevo conmigo
en esta absurda bolsa y en este absurdo cuerpo,
lo que quiero está siempre tan lejos
quizá al final de este absurdo camino.
A veces, cuando el sol se va,
tiñendo de violeta la esquina del mar
comprendo que nunca tuve nada y que
muy probablemente nunca lo tendré.
Uuuuh!... Sólo el beso de tu voz en el alma.
Uuuuh!... Y el perfume de tu cuerpo a mi alrededor.
Me siento tan solo, no sé en qué dirección correr
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
En tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévame, aire del camino,
hasta donde nadie me pueda encontrar.
A veces, cuando asoma el sol,
llenando de diamantes la quietud del mar,
me doy cuenta de que siempre fue así;
siempre estuve solo y siempre lo estaré.
Uuuuh!... Cuántas veces soñando despierto.
Uuuuh!... Creo verte entre la multitud.
En algún lugar alguien debería escribir
que este mundo no es más que una enorme piedra redonda.
Me siento tan solo, que no sé en qué dirección correr,
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
Y en tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévanos, aire del camino,
hasta donde nadie nos pueda encontrar.

Y si la queréis oír, aquí el vídeo de una actuación en directo de 1988:

martes, 8 de enero de 2008

El anti-informático

Esta tarde me han dicho algo que no me habían dicho hasta ahora: "Tú, tú lo que eres es un anti-informático". ¡Toma ya! Y no os podéis imaginar lo bien que me he quedado después de que me hayan dicho eso. Y eso que soy "informático".

Y es que a mí el tema de los clichés siempre me ha tocado mucho, mucho las narices. Se supone que si tienes una edad determinada, o tienes una determinada profesión, o vives en un determinado barrio... pues ya está, ya estás perfectamente definido. Y lo siento mucho, pero no. Las personas somos individuales, eso lo tengo claro desde hace muchos años. Por eso, siempre intento huir de los estereotipos.

Sí, soy informático, ¿y qué? ¿Acaso por ser informático tengo que ser un fanático de la saga de Matrix? Saga, por cierto, que no me gusta. Pasé de ver la tercera parte porque, simplemente, me daba igual como acabara la historia.

Luego también tienes que conocer todas las novedades de cualquier armatoste que salga: móviles, consolas, ordenadores, cámaras fotográficas... Como eres informático, pues tienes que estar al día de todo tipo de artefacto. ¡Pues no! Tengo un PC que hace más de un año que tengo que cambiar, y ahí sigue... Tengo un cutre-teléfono-móvil que ni tiene cámara ni nada que se le parezca, pero que para llamar y enviar semeses tengo de sobra... Tengo una cámara fotográfica digital de fotos, pero total las fotos siempre me salen borrosas... Ah! Y no, no tengo consola ni nada que se le parezca... Los video-juegos siempre me han aburrido.

Pero ya os digo... estoy encantado de ser un anti-informático. Así, siempre hay espacio para las sorpresas. Porque quien crea que por ser informático ya sabe cómo soy... uf! lo lleva claro :)