Y es que ya lo decía Julio Iglesias: "La vida sigue igual". Uno de los grandes problemas que tuvo el Nàstic la pasada temporada fue la incapacidad de llegar al final de los partidos. Para los granas los partidos duraban 70 minutos, 80 a lo sumo. Al llegar a ese punto se dejaban llevar esperando el pitido final. Entonces era cuando el equipo rival aprovechaba la dejadez demostrada por los jugadores del Nàstic y remontaban el resultado.
Pues bien, esta temporada llevamos dos partidos oficiales, y las cosas siguen exactamente igual. En el primer partido de Liga, contra el Tenerife, el Nàstic llegó al final del partido con un gol de ventaja (1-2). Dos goles del equipo tinerfeño, conseguidos en 3 minutos, provocarón un vuelco total en el marcador, convirtiendo lo que podría haber sido la primera victoria a domicilio, y los primeros 3 puntos para el Nàstic, en una derrota (3-2).
Esta misma noche, eliminatoria de la Copa del Rey, en el Nou Estadi contra el Girona. Ninguno de los dos equipos estaban especialmente entusiasmados con esta competición, y así lo han demostrado ofreciendo un espectáculo soporífero. Pues bien, hemos llegado al minuto 42 de la segunda parte con empate a 0. Y cuando estábamos esperando la prórroga (las primeras eliminatorias de la Copa se disputan a partido único) van los gerundenses y marcan dos goles en un minuto. Al final: 0-2. Y primeros pitidos de desaprobación del Nou Estadi a sus jugadores, y eso que era el primer partido oficial en casa !!!
En fin, que si la temporada pasada había que colocarse por delante en el marcador para asegurarse un empate (dando por seguro que encajaríamos un gol en los minutos finales) esta temporada habrá que conseguir una ventaja de dos goles como mínimo para, al menos, poder llevarnos un mísero punto al final del partido.
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