sábado, 26 de enero de 2008

Estrategias de carreras

Últimamente tengo la sensación de estar participando en una carrera de obstáculos. Pero una carrera diferente. Una carrera de la que desconozco la distancia: no veo dónde se encuentra la meta. Tampoco veo al resto de corredores. Sólo sé que el juez ha dado el pistoletazo de salida y ahí estamos, corriendo todos tras el mismo objetivo, que sólo uno conseguirá.

Entonces, en una situación como esta, ¿cuál es la mejor estrategia a seguir? Por un lado, puedes plantear una estrategia agresiva. Salir a comerte el mundo. En este caso puede pasar que la meta esté demasiado lejos para mantener el ritmo toda la carrera y lleguen antes que tú a la meta, si es que llegas. Por el contrario puedes asumir una estrategia conservadora: lento, pero seguro, midiendo cada paso que das, no sea que te pases de la raya y entonces sí: zurriagazo seguro. Pero esta también tiene sus inconvenientes: puede ser que vayas demasiado despacio, pensándote cada uno de los pasos que das, y que así tampoco llegues a la meta el primero. Como decía antes sólo uno será el campeón de la carrera. Llegar a la meta, si no eres el primero, no sirve de nada.

Y yo me pregunto: ¿qué manía tengo con ver siempre el vaso medio vacío? ¿Por qué de ambas estrategias sólo veo los puntos negativos? Quería saber cuál era la mejor y con tanto rollo sólo puedo llegar a discernir (si es que acaso lo consigo) cuál sería la menos mala. ¿Queréis decir que no hay aspectos positivos en ninguna de las dos estrategias? ¿Tan complicado está ganar la carrera?

(Imagen: Braulio Llamero - El Peatón)

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